Conoce cuáles son los errores que no debes cometer al momento de buscar oportunidades de innovación en las empresas.
Hoy en día se habla constantemente de la necesidad de innovar en las empresas, algo que sin lugar a dudas se ha convertido en la única garantía del éxito en los mercados tan competitivos a los que nos enfrentamos.
A pesar de ello, aún existen muchas ideas erróneas alrededor del concepto de “innovación”, sobre todo, con el punto de partida y el proceso que se debe seguir para innovar en una empresa.
En este artículo, te presentamos tres de las ideas más comunes respecto a la innovación en las empresas que no se dan como la gente normalmente cree.
1. Creer que tecnología = innovación
Las herramientas e innovaciones hechas a nuestro producto o servicio son muy importantes, quizá uno de los aspectos más relevantes. Sin embargo, más allá de que se adquieran nuevas herramientas o se hagan modificaciones a los productos, lo más importante al innovar es el propósito de nuestras acciones.
“La tecnología es el medio, no el fin”
Cuántas veces no se ve el caso de empresas en las que se adquieren costosos CRM o ERP que al final del día no tienen datos certeros y no permiten tomar acciones de mejora debido a que los empleados no actualizan la información en ellas.
En este sentido, es necesario que comiences por la cultura de la empresa, ya que, en los procesos de innovación tener la mente abierta y aceptar que probablemente habrá errores, son claves para desarrollar ideas que sean llevadas por buen camino.
La innovación en las empresas implica que todos los miembros del equipo estén alineados y conozcan a detalle las acciones que se llevarán a cabo. Es decir, son las personas las que serán el eje del proceso y a partir de sus retos y objetivos, el adquirir o no, herramientas tecnológicas.
2. Ver la innovación en la empresa como un proceso radical
El pensar en la innovación como un plan con pasos y temporalidades, también evita que se cometan errores derivados de tratar de abarcar más de lo que podemos.
Por alguna razón se tiene la preconcepción de que el proceso de innovación es algo que sucede en un abrir y cerrar de ojos. Que un día los colaboradores llegarán a una oficina en la que todo estará digitalizado y tendrán que empezar a trabajar con nuevos programas y herramientas.
La realidad es que la innovación en las empresas, o los procesos de transformación digital, deben de utilizar una perspectiva incremental y continua que se convierta poco a poco en una innovación más grande. De lo contrario surgirán múltiples problemas en diferentes áreas y procesos simultáneamente y será muy difícil identificarlos y corregirlos.
Al tomar acciones pequeñas y medibles poco a poco, se abordan las dificultades puntuales y se realizan mejoras continuas hasta pasar al siguiente nivel del proceso.
3. Procesos de innovación centrados en el producto y no en el cliente
Cada día, en diferentes partes del mundo, surgen miles de ideas para mejorar productos y crear nuevas tecnologías que reemplazan a las existentes. Incluso, muchísimas empresas cuentan con departamentos de investigación y desarrollo cuyo fin es crear nuevos productos e innovaciones constantemente.
Aunque no vamos a negar que esto puede ser beneficioso para las empresas, en muchas ocasiones estas acciones carecen de dirección al tratar de buscar oportunidades de innovación desde una perspectiva centrada en el producto y no en el cliente.
Un ejemplo de esto fue el Google Glass que Google sacó a la venta en 2012. Este producto prometía que la tecnología trabajaría para ti y con él podías hacer todo lo que puedes hacer con tu Smartphone a través de unos anteojos.
Aunque se trató de una innovación tecnológica muy grande, Google fracasó al no considerar que los usuarios simplemente querían smartphones más intuitivos y se sentían muy cómodos llevándolos en su bolsillo.
En nuestra experiencia, la innovación debe tener un propósito, un problema a resolver, un objetivo concreto, principalmente centrado en aportar valor al cliente o desarrollar una ventaja competitiva. En ambos casos, la innovación debe responder a las necesidades y retos de tus clientes.
¿Cómo lograr que nuestras innovaciones estén centradas en el humano?
Poner en práctica la escucha activa de los usuarios es una de las claves para que las innovaciones sean verdaderamente exitosas, no solo cuando hablamos de productos o tecnología. Si no en cualquier innovación que se lleve a cabo en la empresa.
Tal vez a tus consumidores les parece que el proceso de atención al cliente es muy complicado, que el medio de contacto que utilizan tus asesores no es el adecuado, o que hay un área de oportunidad en tu producto o servicio que podría solucionarse fácilmente.
Integrar los insights que tus clientes puedan proveer a través del departamento de servicio al cliente, de ventas o de tu equipo de marketing, es un excelente punto de partida para mejorar los procesos de innovación en tu empresa.
La clave para todo esto es contar con departamentos alineados, con canales de comunicación abiertos y procesos de retroalimentación constantes.
Esto podrá sacar a la luz la necesidad de adquirir herramientas para mejorar la comunicación o tener una mayor visibilidad del recorrido de compra de nuestros clientes, por lo que definitivamente es prioritario empezar un proceso de innovación.
En GrowX Agency, ayudamos a las empresas a seguir un proceso de transformación digital y mejorar sus capacidades de innovación. Si quieres recibir una sesión de consultoría de forma totalmente gratuita, puedes dar clic aquí y con gusto te ayudaremos.